domingo, 5 de junio de 2016

Mi espíritu madruga por ti ...




Mi alma te ansía de noche, mi espíritu
en mi interior madruga por ti ...







Una cita de Isaías leída en el grupo de lectura bíblica esta semana (la palabra noche en la Biblia). Inspirada por el Poeta de los poetas:


La senda del justo es recta. Tú
allanas el sendero del justo,
en la senda de tus juicios, Señor,
te esperamos ansiando tu nombre y tu recuerdo.
Mi alma te ansía de noche, mi espíritu
en mi interior madruga por ti, porque
tus juicios son luz de la tierra, 
y aprenden la justicia
los habitantes del orbe.

Sagrada Biblia.
Del profeta Isaías 26, 7-9


La música: Credo para piano solo y orquesta. Arvo Pärt.

Feliz domingo.





4 comentarios :

  1. Ay, Rosa, yo no veo justicia por ninguna parte. Creo que Dios está de vacaciones, aunque no quiero echarle la culpa a él. Mejor los hombres se salen de la senda, se han estado saliendo por los siglos de los siglos.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. :)
      Sí, nos hizo libres, esta libertad la utilizamos tanto para lo bueno como para el mal. Es cierto, Celia, la justicia de los hombres deja mucho que desear.
      Tal vez hemos olvidado que Dios está. Dios es misericordioso, pero también justo.
      Hay un pasaje referido a Guardini, uno de los teólogos más grandes del s. XX muy claro:
      "A medida que ganamos experiencia vital, captamos con mayor lucidez la importancia que tiene en nuestra vida la libertad, la capacidad de decidir en buena medida nuestro destino. Por eso empezamos a valorar más y más el hecho de que Dios nos haya dotado de inteligencia, de libertad, de capacidad decisoria. Esa valoración de la libertad nos lleva a pensar como posible que Dios no intervenga abiertamente en nuestra vida, no porque rehuya socorrernos, sino porque desea respetar nuestra autonomía y capacidad de decisión. En momentos de serenidad, no de conmoción ante las desgracias, llegamos a pensar que el ocultamiento divino es un don que nos hace el Creador para que seamos capaces de encontrarnos con él. El encuentro, rigurosamente entendido, sólo es posible entre seres libres, abiertos creativamente a los demás. Esa voluntad de encuentro procede del amor. El amor es el gozne que nos va a permitir descubrir el sentido pleno del silencio de Dios.
      Romano Guardini cuenta en su Diario que le asombraba pensar que el Dios Todopoderoso haya querido crear el mundo, llamar al hombre a la existencia y ofrecerle su amistad. Le comentó su perplejidad a un teólogo italiano, y éste le dijo: “Ah, sono cose dell´amore...!”. Ah, son cosas del amor. Guardini confiesa que esta sencilla frase fue para él un torrente de luz. El ocultamiento de Dios es una manifestación de su amor, que le lleva a no imponer su presencia en el mundo, a fin de que los hombres se sientan libres para rechazar su existencia o aceptarla, posibilitando así una relación de encuentro. Su silencio no sólo no revela indiferencia sino que manifiesta un profundo amor, un respeto absoluto al hombre, a su capacidad de iniciativa a favor o en contra de la amistad que Dios le brinda. Este es el sentido del ocultamiento divino".

      Esta es una característica básica de todo cristiano.“Cristo –escribe Javier Monserrat- es el signo definitivo que Dios ha querido darle al hombre para afianzarlo en el sentido –el único sentido posible- de la religiosidad humana: la creencia en el amor de Dios por encima de la amargura y el desánimo de su ocultamiento y su silencio. Un signo que no es impositivo; es una última llamada al corazón del hombre, pero sin imponerle la aceptación de Dios, quitándole la posibilidad de negarle".

      Una oración muy bonita:

      “Qué bueno sería, Dios mío, poder estar entre aquellos que te aman por Ti mismo. Poder estar entre aquellos que soportan tu ocultamiento porque les importa más confiar en Ti que entenderte...; entre aquellos que no intentan encerrar a Dios en sus deseos, sino sólo inclinarse ante su infinitud".

      Un beso, Celia. El problema viene de nosotros, sólo de nosotros.
      Permanecemos sordos y ciegos.

      Eliminar
  2. La entrada y tu comentario dan para estar debatiendo toda la noche, pero a estas horas me siento sin fuerzas después del día que llevo.
    Un beso y sabes que te quiero

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un beso fuerte, Tracy.
      Sabes que yo también te quiero.

      Eliminar